El derrumbe financiero ya empezó
solo una revolución en la política transatlántica puede evitar el desastre
14 de diciembre de 2015 (LaRouche PAC) .- Todo el sistema financiero transatlántico de Londres y Wall Street está ya al borde mismo de un derrumbe total. Podría ocurrir a cualquier hora, cualquier día. Las señales críticas ya están a la vista, para cualquiera que no sea voluntariamente ciego. Cuatro bancos italianos se fueron a la quiebra la semana pasada, para los cuales la Unión Europea decretó el saqueo de los depósitos a los ahorristas. Puerto Rico anunció ya que es muy probable que caiga en incumplimiento del pago de mil millones de dólares para el 1 de enero, el frente de una burbuja de deuda de $72 mil millones; y los fondos buitre se quedarán colgados de sus reclamos incobrables. Ya se han derrumbado varios fondos compensatorios con papeles de la deuda puertorriqueña y de los sectores en bancarrota del petróleo y gas de esquisto. Estos no son más que los precursores de una desintegración total del sistema transatlántico que es inminente.
La crisis se agrava con el peligro inminente de una guerra mundial, que se puede disparar por la desesperación de Londres y Wall Street ante su bancarrota inminente. La OTAN y el gobierno de Obama han hecho todo lo posible para provocar a Rusia, desde la expansión de la OTAN hacia el oriente hasta el despliegue unilateral de un sistema de defensa antimisiles balísticos en las fronteras con Rusia, hasta la modernización de las armas nucleares tácticas que están por desplegarse pronto por toda Europa oriental. El Jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Rusia, general Valery Gerasimov, informó a los agregados militares extranjeros en Moscú esta semana sobre la amenaza adicional de los planes de la OTAN para desatar una guerra asimétrica dirigida a imponer un cambio de régimen en Moscú. Bajo el liderazgo manifiesto del Presidente Putin, Rusia no va a capitular ante las amenazas de los símiles de Obama y Cameron. El peligro de una guerra de extinción termonuclear es mayor hoy en día que en los momentos más álgidos de la Guerra Fría en el momento de la Crisis de los Misiles Cubanos. Y lo único que lo motiva es la bancarrota de Wall Street y de Londres.
Lyndon LaRouche ha dejado en claro que la única opción en este momento tardío es que en Estados Unidos, republicanos y demócratas abandonen la locura partidista y se unan en torno a medidas preventivas para evitar el estallido total y el caos que le seguirá si no se toman medidas ahora. Esto exige un rompimiento definitivo con las políticas del Presidente Obama, Hillary Clinton y de Donald Trump. Esto significa un genuino restablecimiento de las medidas adoptadas por el Presidente Franklin D. Roosevelt en sus primeros cien días en la Casa Blanca. Sí, la Ley Glass-Steagall es vital, y más allá de eso, se necesita una enorme infusión de crédito federal, como lo hizo Franklin Roosevelt mediante la Corporación de Finanzas para la Reconstrucción, que se necesita con urgencia para crear empleos, construir infraestructura y elevar las facultades productivas del trabajo, las cuales han sido aniquiladas durante cuatro décadas de política monetarista demente.
Hace varios meses, Lyndon LaRouche planteó las cuatro leyes cardinales para una recuperación económica física genuina:
▪ Restablecer la Ley Glass-Steagall, para separar plenamente la banca comercial de las actividades especulativas y de casino de la banca de inversión, de los fondos especulativos y demás estratagemas especulativas que apuestan con el dinero de los depositantes sin ninguna preocupación por el derrumbe de la economía productiva. Esta acción vital significa la eliminación inmediata de la deuda propiedad de Wall Street, la cual es impagable e ilegítima en primer lugar. La Glass-Steagall elimina el poder político del cartel bancario de Wall Street y de Londres.
▪ Iniciar una gran infusión de crédito federal, a través de ese sistema bancario comercial restaurado, hacia la economía real. Esta solución hamiltoniana es la única opción viable hoy. Mediante el restablecimiento del concepto de Hamilton de banca nacional y de crédito federal, se puede iniciar rápidamente un cambio fundamental en la dirección. Puede ser que tomen años para completar el cambio a plenitud, pero debe comenzar de inmediato.
▪ Se deben concentrar las inversiones en las áreas que aumentan más la densidad de flujo energético de la economía en su conjunto, como la infraestructura y la investigación y desarrollo científica y tecnológica. Esto significa millones de millones de dólares en inversiones de capital, para construir una red de infraestructura del siglo 21 y entrenar a una nueva generación de jóvenes que actualmente no están calificados para que se conviertan en una fuerza laboral altamente calificada para revivir un sistema moderno de producción física.
▪ Buscar las áreas de exploración científica de punta, articuladas en torno a la obra del gran científico ruso del siglo 20, V.I. Vernadsky, en el campo de la bioquímica y de la noosfera. Esto debe constituir un programa internacional de emergencia para lograr la energía de fusión comercial, un aspecto esencial de la siguiente fase de la exploración espacial, así como para satisfacer los requisitos de agua y energía de un mundo que enfrenta una crisis de desintegración de proporciones de una Era de Tinieblas.
En Europa se necesitan acciones audaces similares, empezando con la disolución de la Unión Europea (UE), que se ha convertido en nada más que un vehículo para imponer medidas de austeridad abiertamente fascistas, que han llegado ya a niveles de genocidio, sobre las naciones otrora soberanas. En Italia, donde recientemente quebraron cuatro bancos, la Unión Europea ha impuesto el saqueo de los ahorros de los depositantes. Ya hubo un suicidio provocado por este asalto dirigido por la Unión Europea. Condiciones de genocidio similares ya se han impuesto en Grecia, en Chipre, en España y Portugal y junto con Italia todas enfrentan una crisis existencial bajo la tiranía de la UE.
Esta crisis está aquí, ahora. Estas acciones urgentes se pueden y se deben iniciar en los próximos días de inmediato, antes de que el derrumbe transatlántico dispare el tipo de caos y genocidio que puede volverse imparable rápidamente. Se necesita una gran movilización de las instituciones más descollantes y de los ciudadanos valerosos en ambos lados del Atlántico, para forzar los cambios urgentemente necesarios en la política.
La humanidad ha sido dotada de una capacidad única para crear el futuro, un futuro en el que se procuren las metas comunes de la humanidad mediante la cooperación entre las naciones destacadas, agrupadas en torno a proyectos como el Puente Terrestre Mundial. La cuestión ahora en el orden del día es: ¿Mostrarán, tú y tus conciudadanos y dirigentes, la aptitud moral para sobrevivir, rompiendo con las pautas del pasado y adoptando un proceder verdaderamente humano? La supervivencia misma de la humanidad está en juego, en espera de tu decisión.
