Último disco de Carlos Cano
(emimusic-carloscano.com).- El álbum ofrece las últimas y emocionantes canciones grabadas en directo, a voz y piano, por el artista granadino.El 27 de noviembre de 2012 se publica el álbum Carlos Cano. Última gira: Granada, Nueva York, La Habana, coincidiendo con la reedición de gran parte de la obra del autor granadino. El título dice mucho, pero no todo de este extraordinario disco. Se trata de 18 canciones grabadas en directo entre los años 1999 y 2000 en Madrid, La Habana, Calasparra, Jumilla, Alicante, Almansa y Nueva York, durante la que fue la última gira de Carlos Cano (1946-2000), acompañado al piano por Benjamín Torrijo. Son grabaciones inéditas, emocionantes, esenciales, a voz y piano, de la gran obra de Carlos Cano y del repertorio de copla que él recreó como nadie. Es un álbum excepcional, de enorme valor musical, sentimental y documental, que enriquece la música popular española, de la que Carlos Cano es uno de sus artistas emblemáticos y referenciales.
a carlos cano...homenaje perpétuo
En el libreto de 32 páginas que acompaña el álbum, el mundo de la canción, del arte y de la cultura, expresa su admiración y su respeto al artista granadino. Estas son algunas de las opiniones que aparecen:
“Tu voz forma el paisaje de la vida, eres la geografía del universo” (Alicia Sánchez)
“Su memoria permanece inalterable por la vigencia de su obra” (Miguel Rios)
“Te recuerdo siempre como un hermano” (Paco Ibáñez)
“Dónde están los currelantes, los que se vienen, los que se van, dónde las madres de mayo, dónde tu barrio, dónde Graná” (Raúl Alcover)
“Carlos irrumpió en el campo de la canción popular andaluza como un vendaval de imaginación poética. […] Me niego a admitir que ya no esté entre nosotros. Su esencia y presencia crece con el paso del tiempo” (Luis Eduardo Aute)
“Querido Carlos, siempre te llevo en mi memoria, siempre te quiero y siempre te canto” (María Dolores Pradera)
“Para mi casa, Carlos Cano es Granada” (Estrella Morente)
“Carlos Cano, mi hermano gemelo” (José Luis Sampedro)
“La voz, la emoción, el sentimiento, la solidaridad, la poesía, la lucha, el compromiso, Granada, Andalucía, el mundo y la copla, en el corazón y el alma de Carlos Cano” (Luis Pastor)
“Y Carlos le abrió todas las puertas a la vida y supo responder a su llamada mañana, ahora y siempre” (Fernando Lucini)
“Una voz preciosa, un artista enorme y un grandísimo amigo” (João Afonso)
Junto a éstos, también hay textos de Elisa Serna, Marina Rossell, Carmelo Sánchez Muros, Javier Krahe, Federico Mayor Zaragoza, Gualberto, Lourdes Guerra y Martirio, junto a ilustraciones originales de Javier de Juan, Andrés Rábago “El Roto”, Andrés Vázquez de Sola, Joaquim Falcó, Claudio Sánchez Muros, Fernando Bellver, Chema Madoz, Juan Vida, Javier de la Rosa y Paco Martin Morales.
Es una edición extraordinaria que envuelve un álbum producido por Carlos Cano Producciones, dirigido y realizado por Paloma Cano y Amaranta Cano, con producción musical a cargo de Raúl Alcover, que incluye, entre las siguientes canciones, el tema inédito “Yo te amo ciudad”:
01 - Elisa
02 - Me llaman sudaca
03 - Luna de abril
04 - Romance a Ocaña
05 - Qué desespero
06 - Antonio Vargas Heredia
07 - Rocío
08 - La bien pagá
09 - Tango de las madres locas
10 - Habanera imposible
11 - Gacela del amor con cien años
12 - Alacena de las monjas
13 - Habaneras de Cádiz
14 - María la portuguesa
15 - Ay, pena, penita
16 - Dormido entre rosas
17 - Pasodoble torero a Gerald Brenan
18 - Yo te amo ciudad
Son muchas de las grandes canciones de Carlos Cano, interpretadas en su máxima pureza, sostenidas sólo con el impecable e inspirado piano de Benjamín Torrijo, conmovedoras, testimoniales. Algunas se enriquecen con introducciones habladas en las que el propio Carlos expresa el significado que para él tienen. Hay temas de su repertorio dedicados a Zeca Afonso (Luna de abril), a José Ocaña (Romance a Ocaña), a las madres argentinas de la Plaza de Mayo (Tango de las madres locas), a Juan Conde y José Luis Padial (Alacena de las monjas), a Amalia Rodrigues (María la portuguesa), a Gerald Brenan (Pasodoble torero a Gerald Brenan), a Miguel de Molina (Dormido entre rosas)… Otras son recreaciones impresionantes de clásicos de la copla (Antonio Vargas Heredia, Rocío, La bien pagá, Ay pena penita…) que Carlos Cano situó en una dimensión diferente e inolvidable. Y también se incluyen canciones imperecederas como Habaneras de Cádiz, Me llaman sudaca, Qué desespero, Elisa, Habanera imposible…
Son creaciones que forman parte de la historia de la música popular española, que permanecen ancladas en nuestra memoria y que en este álbum en directo cobran su máxima expresión. Son las últimas canciones que grabó Carlos Cano, que fallecía el 19 de diciembre del año 2000 en Granada, la ciudad que lo había visto nacer en 1946.
La grandeza de Carlos Cano no es una apreciación vana. En ella coinciden tres premios Nobel con palabras que enmarcan con justicia su obra. Mario Vargas Llosa (Premio Nobel de Literatura en 2010) ha escrito: “Gracias también, querido Carlos, por haber sabido ser popular sin ser superficial ni vulgar, por haber sido un bardo ético y civil rehuyendo la demagogia y los estereotipos y por haber llegado al corazón de los jóvenes sin la menor concesión a las modas y asumiendo el riesgo y la dificultad”. Rigoberta Menchú (Premio Nobel de la Paz en 1992) dijo: “Carlos Cano es música y poesía, voz animada por la amistad y el colorido de lo cotidiano, canto de libertad y dignidad”. Y José Saramago (Premio Nobel de Literatura en 1998) afirmó: “Entre los cantores para quienes la canción es compañía del hombre, Carlos Cano es aquel que canta las historias que los propios hombres son. Por eso sus poemas están cargados de gente, por eso su música es de las voces de los cuatro caminos”.
Ser capaz de reunir, sin pretenderlo, el respeto y la admiración de estas tres personalidades significa que la obra de Carlos Cano se sitúa en el terreno de lo intemporal, de lo permanente, de lo clásico que vuela por encima de estilos y modas, de lo que ya pertenece a nuestra cultura. A lo largo de su carrera, Carlos Cano publicó discos como A duras penas (1975), A la luz de los cantares (1976), El gallo de Morón (1981), Cuaderno de coplas (1985), A través del olvido (1986), Luna de abril (1988), El color de la vida (1996), De lo perdido y otras coplas (2000), Así cantan los niños en Cuba (2000) o el disco de dúos Que naveguen los sueños (2001). Es sólo una selección de sus más de 20 álbumes publicados, que recorren una vida marcada por el compromiso y la fidelidad a sus raíces y a su tierra.
Tras emigrar a Suiza en su juventud, Carlos Cano fundó en 1969 el Manifiesto de la Canción del Sur junto a Juan de Loxa y Antonio Mata. Comenzó a cantar en la universidad y su canción Verde, blanca y verde pronto se convirtió en un emblema y en el himno oficioso de Andalucía, coreado masivamente en los conciertos del artista granadino. A lo largo de su extensa trayectoria, Carlos Cano ha interpretado sus canciones; abrió puertas para la copla reivindicándola sin tapujos ni complejos y ofreciéndola a una nueva generación; se inspiró en el bolero, el tango, el fado, la rumba, la música cubana y las influencias orientales; cantó a García Lorca; se acompañó con gran orquesta bajo la dirección de Leo Brower; fue nominado a los Grammy latinos con el disco Así cantan los niños en Cuba; compuso canción, cuecas, tangos, murgas, fados, boleros, sambas, copla, nanas…
Y creó canciones marcadas por una firme responsabilidad personal, artística, andalucista y social. “Cantar tiene un sentido mágico, casi de brujería, religioso, y cuando decidí dedicarme a ello puse mis cinco sentidos en expresar mi visión de la vida y del mundo”, decía Carlos Cano recordando los tiempos de 1972, cuando confirmó definitivamente su vocación musical tras un concierto organizado por la Unesco en París. Hace 12 años que Carlos Cano se fue dejándonos una obra que permanece en la música y en la cultura popular española y que ahora se refleja en directo en el álbum Última gira: Granada, Nueva York, La Habana.
Es su legado, la herencia que nos deja al que también definió con justicia el escritor Amin Maalouf cuando dijo: “Con esa voz que no oculta a la música, con esa música que no ahoga las palabras, una armonía sutil y potente, tan contemporánea y sin embargo intemporal”. Una obra lanzada con ese pensamiento que el propio Carlos Cano expresa en el libreto del álbum: “La libertad no es sólo un sueño. Está ahí, al otro lado de esos muros que nosotros mismos construimos”.
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